Cash-flow. ¿Qué mide?, ¿para qué sirve? y ¿Cómo calcularlo?
El flujo de efectivo de una empresa es un indicador clave para comprender la salud financiera de una empresa.
Esta es la capacidad de la empresa para generar liquidez y procesar los pagos resultantes.
A la hora de calcular el cash-flow de una pyme, es conveniente considerar el beneficio neto de la misma, las amortizaciones y las provisiones. El cálculo se realiza una vez se conoce el beneficio neto de la empresa.
Por un lado, la amortización se refiere a la depreciación permanente de un activo debido al tiempo y uso, mientras que el aprovisionamiento se refiere a la depreciación ocasional de un activo debido a eventos imprevistos.
Cuando se sabe cuál ha sido el resultado neto, se tienen que sumar las amortizaciones y las provisiones de la empresa durante el periodo que se esté analizando. Esta cantidad debe contabilizarse porque en ambos casos no se trata de una salida físicas del dinero, sino que son asiento contable de un gasto.
Consejos para mejorar el flujo de efectivo
Es importante que las pymes se aseguren de que los clientes paguen en un plazo determinado si se quiere mejorar el flujo de caja de la empresa. Si los clientes retrasan los pagos, la economía de la empresa podría verse afectada.
Asimismo, las pymes que quieran mantener un buen flujo de caja deberán limitar sus gastos. Para ello, es conveniente elaborar un presupuesto, en el que se indiquen las necesidades de la empresa y el monto del pago asignado. Esto facilitará el seguimiento de los gastos.